viernes, 3 de diciembre de 2010

Un día cualquiera...

"Simplemente te saturás"
"Es como que, se sumó todo y exploté"
"Porque simplemente me alivia, porque el dolor está ahí, en un lugar fijo"
"¿Alguna vez voy a contar conmigo misma? Me parece que es el momento de averiguarlo"


Quiero tener ganas de hacer algo. Quiero... poder contar conmigo. Levantarme y decir: si, puedo.
Hace meses mi mente solo dice que no, que no puedo. Quiero poder. Quiero que mi mente deje de jugar conmigo, y por primera vez tener esa fuerza mental para salir a hacer lo que quiero.
Para jugármela por lo que quiero y creo.


"No te hagas trampas al solitario, Daniela"
Así, se cortó el frío de la conversación. Y por primera vez en años no me importó llorar adelante de un desconocido. Aunque mis lágrimas se fueron para adentro en cuanto lo razoné.


No soy la mujer maravilla. Y creo que recién ahora estoy entendiéndolo. Entendiendo que no puedo cargar con mi mochila, la tuya y la de fulanito.
Son muchas mochilas para mis 50 kg.