martes, 19 de julio de 2011

Reíasyentubocameperdí

Hay cosas que dejé atrás, que no quiero recordar. Cosas que me condujeron a un lugar oscuro, feo, y que no me gustó.
Lo quiero dejar atrás de una barrera que puse.
Me encantaría poder explicarme, decir que me quedo con las cosas que saqué de ahí, las cosas que no pienso volver a cometer, los errores que no voy a dejar que me consuman a mí, la Ela gritona, chillona, fastidiosa, inestable.
Hice una selección de cosas que me gustaría dejar, y las cosas que no.
Esos tres años se quedaron atrás, con un montón de cosas, con muchas cosas oscuras. Las dejé atrás en una caja con cerradura, y que no pienso volver a abrir.
Irónicamente, todo eso que pasó, todo eso que fui, también me afectó el futuro. Por eso esta tonta linea que repito una y otra vez: lo que soy es también lo que fui.
Llevo miles de marcas de ese pasado que se terminó el 12 de abril de 2008. Lo dejé ahí, con él, lejos de la persona en la que me convertí hoy.
(Seguramente, él diga que yo lo siga amando. Porqué es lo que siempre dice, cree que toda mi vida es oscura y triste porque no esta. Que él me dio vida, cuando la que le dio mi vida fui yo, y opté en volverla mía ese día que decidí cerrar la puerta).
No quiero volver a perderme, como me perdí.
He crecido lo que no tiene nombre, sé hablar, decir, decidir por mí.
Sé que me falta mucho camino por recorrer, pero también sé que no soy aquella niña sumisa que se dejó basurear, se dejó tratar como mierda, se dejó tantas cosas.
Hoy... Hoy me siento rara, es la verdad.
Siento que muchas cosas se quedaron del otro lado de la línea, que he decidido quedarme con lo bueno de todas las cosas que viví, sé que puedo llegar al fondo y salir, sé que puedo quedarme en el fondo, sé que puedo esperar que me salven y que seguramente haya padres que me saquen a flote, y sin embargo, estoy dispuestaa correr el riesgo y aprender a nadar.
Quizás mil veces quiera correr, ahogarme, morirme, pero estoy un 99,9% segura de que no voy a volver a tomarme 150 pastillas.
Estos tres años y medio han pasado y han tenido muchas cosas extrañas. Peleas, confrontaciones, gritos, chillidos, más peleas, pero por sobretodo, aprendizaje, de ese que opté por guardarme, y usar siempre, de ese que tengo guardado en el alma.
He aprendido a amar y que me amen, a vivir de la música, a salir a flote (siempre con manos que sostienen), a crear una red bajo mis pies, a saltar, a ser feliz con poco, y por sobretodo aprendí que la felicidad es una suma de momentos, uno tras otro... Y si hoy me preguntan, voy a decir que soy feliz.
Soy feliz porque tengo un novio que amo, y me ama. Con el que comparto todo, hasta el punto de molestarlo.
Soy feliz porque tengo una familia hermosa que nunca ha dudado en correr por mí. Y una familia que he adoptado como familia, y que tampoco a dudado en correr por mí.
Soy feliz, porque tengo amigas y amigos, ex amores que amo, que se han convertido en amigos, amigos que son geniales, amigos fastidiosos, amigos gritones, amigos chillones, amigos molestos, pero amigos al fin, por los que correría a china.
Soy feliz aunque no sepa que hacer con mi vida, a que dedicarme y tener la incertidumbre de no saber de que mierda voy a vivir en el futuro.
Pero, extrañamente, soy feliz porqué cuento con algo que antes no contaba... con algo que nunca había contado... y ese algo soy yo




#terapiademierda

1 comentario:

  1. Sé que me falta mucho camino por recorrer, pero también sé que no soy aquella niña sumisa que se dejó basurear, se dejó tratar como mierda, se dejó tantas cosas.



    Y posta que se me formó un nudo en la garganta leyendo el final...

    Voy por el mismo camino y espero llegar a escribir algo así pronto...


    Besote corazona ♥

    ResponderEliminar